Sobre el vino

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Como muchas de las mejores cosas de la vida el vino se descubrió por accidente en algún lugar de Mesopotamia, quizá en lo que hoy es Israel, Palestina o Georgia. En un momento indeterminado la Vitis vinifera sylvestres se abrió paso hasta vasijas de cerámica en las que se almacenaban uvas, dando lugar a la fermentación. La bodega más antigua del mundo se descubrió en la actual Armenia, y data de hace unos 8.000 años. A partir de ahí la difusión y extensión de su producción y consumo serían imparables.

1. El vino se produce en todos los continentes

Efectivamente, no hay lugar de la Tierra donde no se produzca vino. Hasta hace poco tiempo sólo la Antártida carecía de viñedos, pero eso cambió en los últimos años y hoy ya existen viñedos en el continente helado. Se localizan principalmente en los Valles Secos de McMurdo, una zona con un nivel de humedad extremadamente bajo y que no están cubiertos de nieve ni hielo.

2. En el consumo de vino participan los cinco sentidos

Si, exactamente los cinco. El tacto, en el hecho de tocar la copa con que lo consumimos. El gusto, evidentemente cuando lo bebemos. La vista, cuando contemplamos su color. El olfato, cuando comprobamos su aroma. Y el oído, cuando brindamos entrechocando las copas. Esto lo aprendí gracias a Club Torres, un buen sitio para descubrir más cosas sobre el vino.

3. La temperatura a la que se sirve depende de la complejidad química

Todo el mundo sabe que los vinos blancos deben servirse más fríos que los tintos. La razón es que los vinos tintos son mucho más complejos químicamente, y deben por tanto servirse a una temperatura a la que su acidez pueda ser percibida por el consumidor.

4. El año en una etiqueta de vino

¿Qué significa el año impreso en la etiqueta de una botella de vino? ¿Cuándo se embotelló? ¿Cuándo se recogieron las uvas con que está hecho? Técnicamente, el año impreso en una etiqueta se refiere al año en que se recogieron la mayoría de las uvas utilizadas. No obstante, parece bastante raro emplear uvas de diferentes cosechas en un mismo vino.

5. Europa produce más vino que todo el resto del mundo junto

Efectivamente, los principales productores de vino del mundo son Italia, Francia y España, por este orden. Y en conjunto la producción europea es mayor que la de todo el resto del mundo junta. Sin embargo el ranking de los países que más vino producen arroja algunas curiosidades. Por ejemplo, entre los 10 primeros sólo hay 4 países europeos, los ya mencionados en cabeza y Alemania, que ocupa el puesto 10. America tiene tres países en el top 10: Estados Unidos, Argentina y Chile. Los tres restantes son China (puesto 5), Australia (puesto 7) y Sudáfrica (puesto 9).

6.Algunos vinos no se hacen con uvas

Bien, aquí habría mucho que discutir, porque si no se hacen con uvas, ¿se pueden considerar vinos? El caso es que existen algunos. En Canadá hacen un vino llamado Ormeto a partir de tomates fermentados. En China tenemos el vino tres penes, hecho con genitales de perros, focas y ciervos. Y en Corea tienen el más raro del mundo, que por cierto espero no probar nunca, hecho a base de heces humanas.

7. Dad gracias a las avispas por el vino

Si no fuera por las avispas probablemente no tendríamos vino. Aunque hoy existen métodos artificiales o tecnológicos, la labor de las avispas ha sido esencial a lo largo de toda la historia. Las levaduras y hongos que hacen posible la fermentación del vino y que durante el verano crecen en la piel de las uvas, desaparecerían durante el invierno completamente si no fuera porque las avispas, a las que les encantan las uvas, las ingieren. De vuelta al nido les dan a sus larvas el alimento masticado, que estas ingieren. De ese modo las levaduras sobreviven en el estómago de las larvas durante el invierno. Cuando las larvas maduran y se convierten en avispas, vuelven a reintroducirlas en las uvas, dando comienzo al proceso de nuevo.

8. El vino es incoloro

La mayor parte de los mostos, incluyendo los de uvas negras, son incoloros. El color posterior es producido por la maceración gracias a las antocianinas, unos pigmentos hidrosolubles que se encuentran en las células vegetales, como la piel de las uvas. Así, el color rojo o rosado depende de la forma en que se extraen las antocianinas de la piel de la uva durante la fermentación.

9. La música influye en el sabor del vino

Bueno, no exactamente en el sabor, pero si en la percepción que tenemos de su sabor. La Universidad Heriot Watt llevó a cabo un experimento en este sentido, con resultados sorprendentes. Algunas personas que consumieron vino escuchando Carmina Burana afirmaron que éste tenía un sabor poderoso y fuerte. Otros, consumiendo el mismo vino, pero escuchando una canción pop moderna, afirmaron que era sabroso y refrescante.

10. Todos los minerales básicos para la vida humana están en una botella de vino

Efectivamente, una botella de vino, además de no contener grasas o colesterol, alberga una gran concentración de calorías. Es más, contiene todos los elementos básicos que hacen posible la vida humana: calcio, cloruro, cromo, cobre, yodo, hierro, magnesio, fósforo, potasio, selenio, sodio y zinc. Quizá de ahí viene lo de darles antiguamente a los reos sólo pan y vino para comer.

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